El 20 de octubre de 2016 usuarios y usuarias de la Asociación DACE y su Fundación INDACE hicieron un viaje a la ciudad de Cádiz como parte de las salidas de ocio que lleva a cabo la entidad. En esta ocasión se contó con la ayuda de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Cádiz (ADACCA) a modo de convivencia entre provincias.

Viaje a Cádiz

El viaje a la ciudad de Cádiz comenzó con el encuentro de todos los usuarios, usuarias, profesionales y familiares en las instalaciones de DACE e INDACE. Allí se encontraba esperando un autobús adaptado con el que se pudo contar gracias a la subvención del Distrito Norte de Sevilla, distrito al que pertenecen los Centros Sociales de Miraflores, sede de la entidad.

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Una vez en Cádiz se reunieron con los miembros, familiares y profesionales de ADACCA, los cuales tenían previsto una visita guiada por la ciudad. Según Cristina Rodríguez, terapeuta ocupacional de DACE e INDACE: «Gracias a la ayuda de ADACCA pudimos hacer un recorrido por el centro de Cádiz para todos nuestros usuarios y usuarias». Gracias al buen tiempo se pudo disfrutar de la ruta prevista terminando junto a la bahía donde les esperaba un almuerzo con los demás miembros de la asociación gaditana.

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Un almuerzo pensado para que personas afectadas por un Daño Cerebral Adquirido (DCA) y las profesionales hicieran una especia de convivencia con sus compañeros de Cádiz y así poder estrechar lazos entre dos asociaciones hermanas. ¿Resultado? A la vuelta todos los participantes del viaje estaban encantado por haber podido disfrutar de una ciudad tan bonita y monumental como, sobre todo, por haber podido conocer a las personas que integran ADACCA.

En nombre de la Asociación DACE y su Fundación INDACE queremos agradecer a ADACCA por su colaboración, esfuerzo y por su amabilidad en recibirnos. ¡Muchas gracias!

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Un día ‘anormalmente’ feliz: la experiencia de Manuel Méndez, persona con DCA

Mi nombre es Manuel. Soy periodista y usuario de la Asociación DACE desde hace unos años debido a un tumor cerebral que superé en el año 2000. La de Cádiz fue la primera salida de ocio que pude realizar con la asociación. Nos desplazamos a la Tacita de Plata en autobús. Allí fuimos recibidos por miembros de la Asociación ADACCA, que amablemente ejercieron de ‘cicerones’ para nosotros. Almorzamos en el restaurante del Club Naútico de Puntales y, tras un tranquilo paseo por la bahía, regresamos a Sevilla.

Para mí la experiencia fue realmente satisfactoria y me alegró especialmente ver la misma cara de satisfacción en el resto de mis compañeros. Porque la vida de una persona con DCA es muy dura. En DACE algunos pasan jornadas durísimas, con dolorosas sesiones de fisioterapia necesarias para sus cuerpos. También es dura la introspección necesaria en las sesiones de psicología, búsqueda de empleo, etc. Por todo ello disfrutamos especialmente de las horas de ocio en Cádiz.