Representantes de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido Infantil, Hiru Hamabi de Navarra, visitaron la sede de la Asociación DACE el pasado miércoles 8 de abril.
Hiru Hamabi contactó con DACE previamente, ya que la asociación sevillana es una de las pocas que atiende a la población infantil con Daño Cerebral Adquirido. Al coincidir miembros de ambas entidades en un Congreso celebrado en Navarra, pudieron conocerse personalmente y acordaron un nuevo encuentro.
De este modo, la presidenta de Hiru Hamabi, Yolanda Fonseca, y su vicepresidente, Felipe Goikoetxea, acudieron al centro con el que DACE cuenta en Miraflores. Durante la jornada, los invitados realizaron un recorrido por las instalaciones de la asociación, pudiendo conocer de primera mano los distintos servicios que esta ofrece a la ciudadanía.
Mª José González y Lola Serrano, presidenta y directora de DACE respectivamente, fueron las encargadas de recibir a sus colegas navarros, con los que mantuvieron una reunión, explicándoles durante la misma los orígenes de la entidad, que son muy similares a los de Hiru Hamabi. Ambas asociaciones surgen de la unión de familias afectadas por DCA, que se agrupan para abrir cauces organizativos, sensibilizar sobre la problemática de este colectivo y buscar recursos para paliar las carencias que padecen.
Dado que Hiru Hamabi está dedicada a los menores con DCA, su presidenta y vicepresidente estaban especialmente interesados en conocer el Programa Infantil de DACE. Por este motivo, mantuvieron una charla con los distintos profesionales, (neuropsicóloga, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, logopeda y trabajador social), que componen el equipo multidisciplinar encargado de atender a los niños.
Así, los visitantes pudieron conocer a fondo el trabajo que el Programa Infantil de DACE viene desarrollando en Sevilla desde hace más de 8 años. Este servicio, destinado a niños con DCA entre 2 y 16 años y a sus familiares, ofrece un tratamiento de mantenimiento en sesiones individuales y grupales, atención de enfermería y atención social.
En edades tempranas, las lesiones en las estructuras cerebrales provocan déficits físicos, cognitivos y psicosociales, que se traducen como alteraciones en el entorno social, familiar y escolar. Por ello es fundamental la atención especializada, el apoyo y la adaptación escolar, ya que en esta etapa el sistema nervioso está en plena maduración y desarrollo.
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