Desde la Asociación DACE y su Fundación INDACE se quiere poner en valor el recurso más importante con el que cuentan, su equipo humano. Profesionales con una clara vocación a su labor en lo referido al Daño Cerebral Adquirido (DCA). Es por ello por lo que cada mes publicamos una entrevista a cada trabajador del centro. ¿El objetivo? Que podáis conocer de primera mano la calidad humana de este proyecto.
Elio Cortés Ciero, auxiliar de enfermería
Siempre Corazón
Buenas y gracias por darme también a mi la oportunidad de poder expresar y explicar mi día a día dentro de esta unidad.
Mi nombre es Rogelio Cortés Ciero, natural de Salteras (Sevilla), y pertenezco a esta entidad desde noviembre del año 2009.
- ¿Cuál es tu labor en la entidad?
Soy auxiliar de enfermería, y junto a mi equipo y mi coordinadora desempeñamos todas las funciones necesarias requeridas en esta entidad.
Nuestra labor, como la de todo el equipo de auxiliares, no sólo es la que todos conocen como la higiene del usuario (cambiar pañales). Aquí, con personas afectadas con Daño Cerebral Adquirido (DCA) debemos ser siempre sus manos y sus pies, su voz, su paciencia, su risa y su llanto, la escucha constante de cada uno de ellos.
Preparamos la medicación, tomamos las constantes vitales, apoyamos a todos los técnicos (fisioterapeutas, neuropsicólogos, terapeuta ocupacional, logopedas, manualidades,…) así como la función de llevar el comedor y repartir cuidadosamente los diferentes menús (dieta blanda, basal, hipertensa, especiales…) y asistir aquellos que no tengan su propia autonomía en el momento de comer.
Realizamos evidentemente todo aquellos cambios de higiene necesarios, y desde que llegan a la Unidad de Estancia Diurna en el transporte hasta que se marchan estamos siempre junto a ellos.
- ¿Qué te animó a dedicarte a esta labor?
Desde pequeño siempre quise estudiar medicina. Haber podido ser médico o ATS. Pero las circunstancias de la vida, esa edad loca que te desplaza, otras obligaciones y las ganas de tener cuanto antes mis ahorros, hacen que me desvincule de esta profesión durante unos años.
Pero ya véis, esa vocación, ese corazón vivo de nuevo se abre paso sobre aquella labor que tenía dormida pero latente, que empezando de nuevo a trabajar con ancianos en residencias, trabajé también en centros de Alzheimer, y en el año 2009 conocí esta entidad dedicada a personas afectadas por un DCA.
- ¿Cómo es el día a día en una entidad de Daño Cerebral Adquirido?
Bueno, en nuestra Unidad de Estancia Diurna la empatía es primordial. El día a día de nuestros usuarios aunque parezca una rutina, nunca son iguales para nadie.
Tienes que escucharlos diariamente, porque en su cerebro se alojan historias de sus casas, historias olvidadas, se ausentan de la realidad, te hablan con los ojos, te hablan con el silencio, cambian de actitud constantemente, hay que animarlo, reírle y mimarlos, hay que ser participe de todo cuanto ellos te ofrecen, siempre dentro de un orden, unas normas establecidas, la más parecidas a la realidad para que se sientan lo más autónomo posible.
- ¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
El día a día, y una sonrisa en la cara de cualquiera de ellos, eso es lo mejor de mi trabajo.
Esos ojos brillantes de haber conseguido dos pasos bien dados en el pasillo, aunque sea con ayuda, eso es lo mejor de mi trabajo.
Poder terminar con ellos una manualidad (hacer una flor, un marco para una foto, un regalo, pintarnos las caras para Halloween, montar una feria en nuestro centro, hacer un postre…) todo ello es lo mejor de mi trabajo.
Un trabajo constante que nos mantiene vivo como entidad, donde cada uno de los que trabajamos para ellos damos lo mejor. Porque mucho es el esfuerzo, pero más grande es el CORAZÓN.
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