Desde la Asociación DACE y su Fundación INDACE se quiere poner en valor el recurso más importante con el que cuentan, su equipo humano. Profesionales con una clara vocación a su labor en lo referido al Daño Cerebral Adquirido (DCA). Es por ello por lo que cada mes se publicará una entrevista a cada trabajador del centro. ¿El objetivo? Que podáis conocer de primera mano la calidad humana de este proyecto.
Astrid Navarro Montero, educadora social
- ¿Cuál es tu labor en la entidad?
Como educadora social, mi papel está centrado en ayudar y acompañar a las personas en su adaptación con el entorno. En concreto, en el Centro Ocupacional en el que participo, me ocupo de proporcionar y entrenar herramientas para la obtención de habilidades sociales, culturales, etc. exigidas socialmente, que le ayuden a la integración en la red social en la que vive. Para mi, se trata de apoyarles en sus propios proyectos de vida, enseñándoles a escoger y ofrecer recursos para que puedan responder a las exigencias del entorno e interaccionar con él, desarrollándose plenamente en todos niveles y obteniendo así una mejor calidad de vida
A nivel comunitario, mi acción se centra en la sensibilización, transformación y formación en la realidad de las personas con Daño Cerebral Adquirido a la comunidad desde una óptica crítica, a través de charlas y otras actividades de divulgación. Por otra parte, soy responsable del Programa de Prevención de Accidentes de Tráfico, a través del cual sensibilizamos a la población joven mediante charlas en los Centros de Secundaria de Sevilla y Provincia.
- ¿Qué te animó a dedicarte a esta labor?
Desde siempre he pensado que cada uno de nosotros somos una pieza fundamental en la responsabilidad de dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos, esta inquietud, me llevó hace muchos años a comprometerme con las causas de las personas que considero justas. Es por eso que a nivel profesional pensé que la educación social era un vehículo perfecto para estar cerca de este objetivo personal.
- ¿Cómo es el día a día en una entidad de Daño Cerebral Adquirido?
En mi caso y el de mis compañeras del Programa Ocupacional, todas las mañanas nos encontramos con un grupo fantástico de personas, con las que a través de talleres ocupacionales, caminamos hacia un mayor nivel de autonomía, una mejor capacidad para resolver conflictos y relacionarnos con nuestro entorno y el disfrute de actividades centradas en los intereses del grupo. En estos talleres, el día a día está cargado de esfuerzo personal, mucho cariño y confianza mutua que hacen del Programa ocupacional una gran familia que no deja de crecer y en la que el apoyo mutuo es la mayor premisa.
- ¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
El contacto con las personas con las que trabajo, de las que cada día se aprende muchísimo, para mí son héroes y heroínas que con muchísimo esfuerzo intentan superarse y afrontar su daño cerebral, aprendiendo a convivir con él y avanzando para lograr un nivel cada vez mayor de calidad de vida. Es increíble la confianza y complicidad que se establece con cada una de estas personas y poder formar parte de sus puntos de apoyo en sus proyectos de vida, es sin duda lo mejor de mi trabajo.
Esto sería imposible sin un gran equipo de trabajo, de una calidad profesional y humana que es mi apoyo cada día, la coordinación constante del equipo interdisciplinar es una de las claves de nuestro trabajo
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