En la Asociación DACE y Fundación INDACE cuentan con un equipo humano de muy alto nivel. Uno de los auxiliares, Rogelio Cortés Ciero, ha querido compartir sus ideas y sentimientos acerca del DCA y de su labor:
Mientras vivas, yo, caminaré a tu lado.
No es sólo la Edad la que empieza a dormir tus pies y tus manos, la que te impide caminar y te obliga a estar sentado.
No es sólo el Alzheimer la mayor causa del olvido, que hoy sales a pasear con tu hijo y mañana ya no sabes quién te da la mano.
El Daño Cerebral Adquirido, es una mancha negra que marca tu cerebro, porque un día, paseando, en el trabajo, en el coche o con los tuyos, de pronto, la tinta que circula por dentro se derrama, y lo emborrona todo y ya nada vuelve a ser lo que era.
Tu cuerpo no se levanta porque tus pies no sienten nada, no te entiendo, ni sé que me dices, no sé que te pasa, ni conozco tu mirada.
Se ha truncado una vida llena de vida y un corazón lleno de ilusiones, la mente se ha vuelto confusa y no entiendes por qué, dejas de ser tu mismo, envuelto en el mismo cuerpo, pero con un cerebro distinto.
Una nueva situación, donde la familia, con los ojos abiertos pero “ciegos”, sin querer creer lo que presienten, luchan con unos comienzos muy duros, donde se está entre la Esperanza y el Miedo, donde se sueña siempre con mentiras, y donde nunca crees en la dura realidad, pero todo es cierto.
Desde la Asociación DACE, la Fundación INDACE, y desde todas las personas que formamos parte de ellas, familiares y profesionales, y desde mi experiencia laboral como Auxiliar, hoy me gustaría contaros parte de esta historia.
La satisfacción que te llevas al comenzar cada día, sabiendo que tus manos, que tu esfuerzo, tu empatía y sobre todo tu corazón, un día más han servido para que una persona pueda sentir las mismas emociones que tú.
Porque con el día a día, vas viendo que ellos no son enfermos, ni afectados, ni tan siquiera discapacitados, porque son seres humanos iguales a todos, con una conducta diferente, movimientos lentos, dificultad de memoria, rigidez o confusa pronunciación, debido a una lesión que rompe sus esquemas, pero que nosotros los Auxiliares, al igual que cualquier profesional, luchamos con ellos, sin sentirnos nunca trabajadores, porque formamos, la parte de su cuerpo que un día quedó dormida.
Somos el nexo de unión entre las demás funciones, aquellas que desarrollan los distintos profesionales, manteniendo siempre el lema de nuestro centro: “Una vida salvada merece ser vivida”.
Con actividades y tareas diarias que realizamos para que ellos se sientan cómodos e independientes, y con un programa estudiado que ha ido seleccionando la situación de cada usuario.
-Traslados y transportes adaptados a cada uno de ellos, que ayudados por un auxiliar y un conductor comienzan el día desde su salida hasta el centro, y posteriormente su vuelta a casa.
-Colaborando a su llegada en el desayuno y posteriormente en el almuerzo, con una atención especial, en aquellos casos que requieran de cuidados y que no puedan hacerlo por sí mismo, bajo una manutención alimentaria, que son supervisadas por un nutricionista.
-Se suministra y se verifica la medicación de quienes la necesitan.
-Controlamos la toma de Constantes Vitales diariamente.
-Realizando la limpieza y desinfección del material usado, (botella, cuña o material mobiliario) con reposición del material de Enfermería.
-Así como el aseo personal cuando la situación lo requiera, con cambios de pañales y cambios de ropa, manteniendo una buena higiene en todos ellos, defendiendo siempre su autonomía, y así reforzar las actividades de la vida diaria.
-Transferencias a las distintas secciones de Fisioterapia, Sala de Estimulación, Plano e Hidroterapia, apoyando y colaborando con los distintos profesionales en las Capacidades Psíco-sociales; Trabajadora Social, Terapeuta Ocupacional, Neuropsicologa o Taller de Manualidades.
-Estimulando siempre la comunicación para apoyarlo emocionalmente y a su vez constatar el estado físico y psíquico del usuario.
-Realizar paseos por el interior de las instalaciones del Centro o fuera de ella, acompañado en todo momento en sus visitas, y en todas sus excursiones programadas.
-Y verificando que todo está en orden diariamente, antes de cerrar la Unidad de Día.
Un cuadrante de trabajo, con un grupo de auxiliares bastante coordinados, que te acercas tanto y donde la confianza es tan directa, que te hace parecer que vives con ellos.
Sus problemas personales, su desgana puntual, su risa y su llanto, pensando siempre en que mañana te puede tocar a ti, y querrás tener esa mano que también te ayude a tu lado.
Porque ellos sienten, padecen y algunos se dan cuenta de su estado, que tragan lágrimas y saliva hacia dentro, sabiendo que está inmerso en otro mundo que no es el suyo, pero que es el que le ha tocado vivir, después del maldito daño.
Somos el apoyo de sus pies cuando los suyos no responden.
Somos sus manos que dibujan contigo una postal, o un cuadro, o el último trazo de un corazón pintado.
Somos su desahogo y su escucha, compartiendo risas y llantos.
Son personas iguales que TÚ y que Yo, y que…
Mientras vivas, yo, caminaré a tu lado.
Rogelio Cortés Ciero
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