Problemas en el nivel de alerta

Es habitual que tras haber sufrido un TCE o un ACV severo se produzca una pérdida de conciencia o coma. La severidad del coma se mide en todo el mundo con la “escala de coma de Glasgow”. Esta escala valora tres dimensiones de actividad, la capacidad que tiene el sujeto para mantener los ojos abiertos espontáneamente o ante un estímulo, la capacidad de mover un miembro a la orden o por estimulación del mismo y la capacidad para responder verbalmente. El grado de alerta puede variar desde una simple tendencia al sueño hasta una ausencia total de reacción a todo tipo de estímulos. En los casos graves el coma puede durar días o semanas.

En una minoría de los casos el “despertar” no se produce y la persona evoluciona a un estado en el que se distinguen las fases de sueño y vigilia, pero donde no observamos una capacidad de interacción, ni de conciencia del mundo que le rodea. Esa situación recibe el nombre de estado vegetativo. El mantenimiento de este estado durante al menos seis meses hace que las posibilidades de reversibilidad del mismo sean muy escasas; en esos casos se habla de un estado vegetativo permanente.

 

Para más información sobre el nivel de alerta, se puede consultar la publicación número 13 de la colección “Cuadernos FEDACE sobre DCA”, que lleva por título“Síndrome de Vigilia sin Respuesta y de Mínima Conciencia”.