En la Asociación DACE y su Fundación INDACE sabemos todo lo que pueden dar de sí nuestros usuarios y usuarias. Hay algunos que son artistas, otros que son grandes músicos y, en el caso de Manuel Méndez, es un gran periodista. La siguiente entrevista la hizo él a una de nuestras usuarias del Programa Ocupacional, Michelle Monzón.

Michelle es una chica alta, guapa, marchosa… Nadie diría que tiene discapacidad, pero la tiene. Y desde muy pequeña. Cuando era una niña sufríó un atropelllo. No pudo acab ar la ESO. En Dace asiste a los talleres ocupacionalesy confía en vivir sola cuando su madre, que aún es muy joven. ya no viva con ella. Desde su experiencia, solicita compresión social con las ‘discapacidades insisibles’, esas que no se ven a simple vista, pero que están ahí.

Pregunta: ¿Qué le ocurrió, Michelle?

Respuesta: Me atropelló un coche con 10 años. El 17 de noviembre de 2007. Era el cumple de una amiga y fuimos a celebrarlo a un centro comercial, frente a mi casa, en Alicante. Nos persiguieron unos chicos, salimos corriendo, llegamos al fin del descampado. Fui a cruzar y me atropellaron.

P: Una infancia de hospitales, es dura, ¿no?

R: Yo tenía 10 años y sí, es duro. Muy duro. La mayor parte del tiempo estuve en coma, pero cuando desperté no recordaba nada, no podía moverme de la cama, era incómodo. No me sentí bien tratada por el personal de enfermería.

P: ¿Le gustaría haber estudiado?

R: Sí, porque a mí me hicieron bulling en el instituto, llegué hasta 2º de ESO. Lo pasé mal, la verdad.

P: ¿Es usted feliz?

R: Ahora sí, también porque he aprendido a vivir con lo que tengo. Mi madre es un apoyo importante. Ahora tiene una relación, y eso es importante. A mí me alegra mucho, porque veo que su vida ya no está totalmente supeditada a mí.

P: Desde su experiencia, ¿cree que falta conocimiento social de lo que es el DCA?

R: Sí, claro. Sobre todo cuando no se te nota. Hay mucho desprecio y soledad.

P: A mí hubo un tipo, de cuyo nombre prefiero no tener que acordarme, que me preguntó una vez si yo era un tonto o un cabrón. Supongo que usted habrá tenido que lidiar con similares incomprensiones.

R: Sí. Prefiero no acordarme, porque me hicieron daño.

P: ¿Cómo le gustaría que fuese su vida en el futuro?

R: Me quiero ver feliz. No sé si casada o soltera, pero feliz. Haciendo lo que me gusta, y si puedo, trabajando