En el mes de octubre ya celebramos el día del Daño Cerebral Adquirido (DCA) y no nos olvidamos de nuestros niños y niñas. Este colectivo de personas afectadas por DCA tienen un papel muy importante ya que son el futuro de nuestro país, en los niños y niñas de hoy tenemos puestas las esperanzas del mañana. Hay que luchar para reciban todas las atenciones y pongamos a su alcance todos los medios con los que contamos, para que su desarrollo y su inclusión en todos los campos sociales (colegios, juegos, deportes) permitan que las barreras de accesibilidad desaparezcan.

Pero, ¿qué es el Daño Cerebral Adquirido Infantil?

Es la consecuencia de una lesión en las estructuras cerebrales que interrumpe el desarrollo normal del cerebro infantil produciendo alteraciones de carácter físico, cognitivo, conductual, emocional y social. El Daño Cerebral Adquirido infantil puede estar originado por Traumatismo Craneoencefálico -TCE- (accidentes, caídas,…), por tumores cerebrales, por Accidentes Cerebrovasculares -ACV- (Ictus), por encefalopatías y otras enfermedades de carácter infeccioso.

Sin embargo no existen datos precisos en nuestro país sobre este tipo de afección a los menores, cabe destacar también que los recursos son pobres y desiguales dependiendo de la zona en la que se resida.

Hay que recordar que el DCA se puede presentar en cualquier etapa de la vida, también en la infancia. Es por ello por lo que existen recursos en distintas asociaciones de DCA a nivel nacional donde pueden ser atendidos por expertos profesionales en la materia, sin embargo este recurso es pobre y poco numeroso.

En la mayoría de asociaciones de DCA no existe un programa o servicio específico para tratar el problema en los niños, no por desinterés, sino por falta de recursos y, sobre todo, por falta de conciencia de las instituciones ante tal demanda. El hecho de establecer la edad límite en 16 años hace que los menores de 0 a 16 queden excluidos de muchos tratamientos que sí se imparten en personas adultas.

Un ejemplo claro del desconocimiento y la falta de recursos en cuanto al Daño Cerebral Adquirido Infantil se refiere es el de la Asociación Hiru Hamabi de Navarra, la cual, tras constituirse, tuvo que emprender un viaje hasta la Asociación DACE de Sevilla para poder recabar información acerca de su Programa Infantil y poder conocer de primera mano cómo trabajar en este ámbito. 914 kilómetros son los que tuvieron que recorrer para encontrar un recursos en materia de menores, lo que da a entender el nivel del problema.

A pesar de la poca ayuda que las asociaciones reciben, no nos damos por vencidos. Los niños y niñas con DCA encontrarán en todo el movimiento asociativo a un conjunto de profesionales dispuestos a exponer sus necesidades ante todo tipo de entidades, con el fin de poder dar lo mejor y lo justo a nuestros chicos y chicas con Daño Cerebral Adquirido.